Valentín Diez Morodo, presidente de Grupo Modelo, del Instituto Mexicano para la Competitividad y miembro de varios consejos de administración en el área del comercio exterior, dialoga sobre sus múltiples facetas.
¿Cuáles son sus orígenes?
Soy descendiente de una familia de emigrantes que, como muchos españoles, dejaron su país en busca de oportunidades. Sus valores les ayudaron a no darse por vencidos al primer descalabro y construir un proyecto de vida desde sus cimientos, en un nuevo entorno. Mi padre tuvo un profundo cariño por México. Luego de tantos años de sacrificios y penalidades, a base de empeño, creatividad y trabajo, triunfó en diversas actividades y puso en alto la patria que lo vio nacer y al país que le abrió los brazos como un hijo más, un ejemplo para las futuras generaciones. Los valores heredados y su trabajo son el origen de su hondo compromiso familiar y con la sociedad que lo acogió.
¿Cuáles son los sucesos claves en su formación?
La cercanía con mi padre dentro de la familia y en su tarea profesional son referencias extraordinarias. Al inicio trabajé en el Banco Nacional del México, donde construí los cimientos de mi faena empresarial. Más tarde acepté la invitación de Cervecería Modelo, empresa con la que estuve ligado desde mi juventud por cuestiones ancestrales.
Estudié administración de empresas en la Universidad Iberoamericana. Me cabe el honor y enorme orgullo de haber sido, como miembro de la segunda generación, el primer titulado de la carrera. Luego cursé estudios de posgrado en la Universidad de Michigan, en mercadotecnia, ventas y administración de personal.
¿Cuál ha sido la evolución del Grupo?
Grupo Modelo fue creado en 1925 y desde el inicio buscó volverse una empresa nacional. Implementamos una política de expansión que incluyó muchas inversiones, adquisiciones de plantas cerveceras y fábricas de malta, cartón y vidrio, y alianzas estratégicas para garantizar el suministro de los insumos básicos. Dado su éxito, construimos una red de distribución, asociándonos con titulares de diversas distribuidoras del país. Así, construimos una inmensa pirámide nacional que ha resistido los ataques de los competidores, lo que nos permitió manejar más de 58% del mercado.
Por el auge de la globalización, iniciamos la promoción de la cerveza Corona en otras latitudes. La primera meta fue Estados Unidos, el mercado natural. Fue una experiencia muy aleccionadora pues no se trataba solo de llegar y vender, y fue la base de apuestas futuras. Teníamos que conocer las características de los mercados, los reglamentos arancelarios, los impuestos, las políticas fiscales, las numerosas barreras no arancelarias como los requisitos sanitarios y fitosanitarios, las normas y el registro de marcas, y las tendencias económicas, políticas y sociales.
Entonces creamos un Patrón de Consumo y un esquema de comercialización que nos permitió alcanzar, a partir de 1985, el primer lugar entre las cervezas de importación. La experiencia fue positiva y la replicamos en varios lugares. Grupo Modelo está en más de 180 países y se ha convertido en un emblema del comercio exterior mexicano.
¿Qué es un consejero empresarial y cuál es su función?
Es quien ha realizado diversas actividades en distintos campos, con logros tangibles, y se le invita para compartir sus experiencias. En especial, en relación con las autoridades y organismos públicos y privados, las soluciones que sugiere contribuyen a mejorar el marco sistémico, haciéndolo más competitivo en beneficio de las empresas, la economía del país, la creación de empleos y, por ende, el bienestar colectivo.
¿Cómo percibe la situación financiera actual?
En los últimos 20 años, la estabilidad financiera de México ha sido un ejemplo para muchos pues asimilamos la lección que nos dejó la crisis de 1994. Por ello, la crisis que se inició en el año 2008 no la resentimos como otros países, pues nuestras variables eran muy sólidas, y así se han mantenido. Hoy, México cuenta con un índice de inflación reducido, tasas de interés bajas que han permitido el financiamiento a largo plazo, el mayor nivel de reservas internacionales y la menor vulnerabilidad económica, con niveles de endeudamiento y de servicio de deuda muy reducidos. Las reservas, las coberturas pactadas sobre las variaciones del precio del petróleo y el préstamo contingente con el Fondo Monetario Internacional fortalecen esta situación, lo que, junto al alza del dólar y a los ajustes al gasto, permiten un manejo adecuado de la situación, por el momento.
¿Por qué creó la Fundación Diez Morodo?
He podido compaginar mi vida profesional con el campo cultural. Soy patrono del Museo Nacional de Arte y miembro de los Patronos Internacionales del Museo del Prado. Durante 10 años, fui catedrático de la UIA y seguí participando en la Asamblea General de Asociados. Estas tareas me causan una satisfacción enorme pues me permiten contribuir y superarme.