Agregar valor a México
M. I. Integration es un ejemplo de cómo la presencia de empresas extranjeras en el país favorece el desarrollo de nuevas y más complejas capacidades productivas locales. Además de fabricar productos de alta tecnología principalmente para el sector automotor, trabaja de cerca con universidades mexicanas para generar el talento que la industria requiere, creando centros de investigación y desarrollo con jóvenes ingenieros mexicanos en centros como M. I. Lab y M. I. Robotix, donde a la fabricación se agrega el diseño y la investigación en tecnologías avanzadas. En esta entrevista, Beatriz Ramírez nos refiere la trayectoria de esta empresa en tierras potosinas.
Por: Guillermo Máynez Gil

¿Cómo inicia historia de M. I. Integration? ¿Qué destacaría de sus primeros años de operación? ¿Cuáles eran entonces sus primeras líneas de negocios?
La empresa inició hace 30 años en Sherbrooke, Quebec, Canadá, con la fabricación de moldes; posteriormente, se ampliaron las oportunidades de negocio y las divisiones de inyección de plásticos. Originalmente se atendían clientes en Canadá y Estados Unidos, pero para el año 2011 se detectó la oportunidad de extender el negocio a México. Muchos clientes corporativos de Canadá y Estados Unidos tenían fábricas en nuestro país y para tener proximidad con ellas se abrió una planta de inyección de plásticos en San Luis Potosí, que es una réplica de la que está en Canadá; en 2016, inició la planta de fabricación de moldes también en esta entidad.

¿Cómo evolucionaron? ¿Cuáles son ahora sus principales líneas de negocio?
La empresa siempre ha estado muy centrada en los sellos automotrices: sistemas que aíslan el vehículo de humedad, polvo y ruido. Esta es la línea principal. Para apoyar a algunos clientes se trabaja en otras divisiones, incluyendo sistemas de fluidos y de iluminación, pero 85% de la operación se enfoca en sellos automotrices.

¿Qué destacaría de sus ventas al exterior?
Todo ha dependido de las necesidades de nuestros clientes. Algunas empresas que atendemos desde Ca­nadá, Estados Unidos y México tienen fábricas en Brasil, Po­lonia o Portugal. Por ejemplo, algún vehículo que se ensambla en México también lo hace en Brasil; entonces, cuando se gana un proyecto aquí, también se exportan las piezas para ese modelo en Brasil.

¿En cuántos países tienen operaciones?
Operaciones solo en Canadá y México, pero exportamos nuestros productos a España, Portugal, Polonia, Brasil y Estados Unidos.


M. I. LAB SE DEDICA PRECISAMENTE A INNOVACIÓN Y DESARROLLO

¿Se han asociado o aliado con empresas extranjeras? ¿Cuál ha sido el resultado?
Nuestros ingenieros se ocupan en tareas de investigación y desarrollo para resolver problemas de los clientes Tier 1, relacionados con el tema de los sellos. Se busca siempre reducir el peso del vehículo y mejorar la eficiencia de procesos. En 2011, creamos una división que se llama M. I. Lab, dedicada precisamente a innovación y desarrollo para ese tipo de clientes. En 2019, arrancamos con M. I. Robotix, una división que diseña unidades para automatización de procesos con el propósito de mejorar el servicio para los clientes Tier 1. En apoyo a estos proyectos, hemos hecho varias asociaciones con empresas aliadas. Tenemos varios socios comerciales, como CFM, Conceptromec, Tapla, Milacron, 3M, LWB y Roctool. Trabajamos de manera colaborativa con sus ingenieros para el desarrollo de estas tecnologías. Hemos registrado once patentes en productos que están especializados en nuestro negocio principal: los sellos automotrices.

La revolución digital está en marcha, ¿cómo impacta sus líneas de negocio? ¿Cuáles considera los principales desafíos para la empresa en este contexto? ¿Qué estrategias tienen para hacerles frente?
Al ser una empresa de clase mundial que trabaja para la industria automotriz, estamos obligados a alinearnos a las necesidades de los mercados. Lo hacemos en consecuencia. El principal desafío actual se relaciona con M. I. Robotix, que va muy ligado a tecnologías de punta, así como a los temas digitales que hay que trabajar para la conectividad. Las estrategias van de la mano con las innovaciones de nuestros clientes. Quienes nos marcan la pauta son las armadoras, a través de sus requerimientos; nosotros, como Tier 2 en la cadena, nos ajustamos a esas necesidades.

¿M. I. Integration tiene en marcha proyectos vinculados a la Industria 4.0?
Aquí también seguimos la evolución de nuestros clientes. Hay empresas en las que todo se maneja por medio de plataformas informáticas; por ejemplo, las especificaciones de un concurso. Lo hacemos así y nos mantenemos vigentes en el mercado.

¿Tiene programas específicos para el desarrollo de proveedores nacionales?
Como otras empresas, siempre buscamos proveeduría local por mejorar los costos logísticos y fomentar el desarrollo de México. Una vez más, vamos muy ligados a los requerimientos de nuestros clientes. A veces, desde luego, nos topamos con situaciones donde el propio cliente nos delimita la fuente de suministros, debido a las especificaciones y regulaciones aplicables. En general, tanto ellos como nosotros buscamos incrementar la proveeduría local.
En términos comerciales, para nosotros también es una gran oportunidad. Hay empresas que importaban herramentales y otros productos que nosotros podemos ofrecer desde México; la búsqueda de proveedores locales también nos abre puertas, dado que tenemos la oportunidad de proveer algunas piezas plásticas que anteriormente se importaban. Lo mismo con los moldes, los cuales se solían importar de Europa o Estados Unidos, y ahora cada vez más se obliga a que sea local; en consecuencia, nosotros nos preparamos para poder cubrir estas necesidades localmente.
 
¿Qué hay del reclutamiento y desarrollo del personal?
Hemos trabajado con universidades y actualmente estamos revisando algunos convenios; por ejemplo, con la Universidad Tecnológica, la Universidad Politécnica, la UASLP o con el ITESM. Las carreras que promueven actualmente están enfocadas en la industria, incluyendo la automotriz, que cada vez es más demandante de personal; pero en la industria de plásticos no hay especialización, de ahí nuestro interés de acercarnos a las universidades. La Tecnológica tiene un programa específico para la industria de plásticos, pero creemos que hay trabajo por hacer. Hemos recibido visitas de universidades en nuestras instalaciones, tanto aquí como en Canadá, y hemos dado pláticas a estudiantes. Queremos comunicarles que hay un abanico de posibilidades en la industria, que no se encasillan en una sola carrera. Cuando los estudiantes no tienen una visión clara de cómo va a ser el trabajo, qué les va a exigir, pierden de vista cosas que pueden llamar su atención. En el caso de técnicos especializados, cuando ven que no se trata solo de fabricar, sino que hay componentes de diseño, que hay mucha tecnología e innovación detrás, empiezan a interesarse por nuestro giro. Queremos intensificar y formalizar estas colaboraciones para mejorar la captación de talento.
En términos de reclutamiento, hemos tenido más dificultades para encontrar personal técnico; en cuanto a la mano de obra directa, hay cierto déficit debido al gran crecimiento de la industria en la región. Hay mucha rotación de personal, aunque nosotros hemos logrado controlarla, dado que estamos en un parque industrial pequeño, relativamente aislado de la principal zona industrial de San Luis Potosí. Hay menos rotación que en los parques grandes, pero sí es un fenómeno presente. Esto estimula el proyecto de Robotix, ya que buscamos automatizar algunas operaciones. Nuestros clientes también padecen el déficit de personal, pues el mercado demanda más gente que la que hay en el área.


M. I. ROBOTIX DISEÑA UNIDADES PARA AUTOMATIZACIÓN DE PROCESOS




El planeta y México enfrentan un gran desafío ambiental. ¿Cómo se preparan para este reto? ¿Qué acciones llevan a cabo en esta materia?
De manera interna, tenemos programas de reúso y reciclado; fomentamos esta cultura para cuidar nuestro entorno y el medioambiente; también seguimos la pauta de los clientes. Muchos de ellos están certificados en ISO 14000, lo que los lleva a exigir a sus proveedores que se alineen a esos programas. No nos es difícil cumplir con esos requisitos, pues coinciden con la visión de nuestra empresa.

Compártanos los planes más relevantes que tienen para el futuro inmediato. ¿Qué expectativas tiene respecto a su evolución en los próximos años? ¿Cuáles son sus principales metas y desafíos?
En M. I. Integration tenemos planeada, para los próximos años, una expansión del mercado. Muchas empresas, sobre todo las asiáticas, son muy regionalistas y buscan que su proveeduría provenga exclusivamente de su país de origen. Ahora, debido a las nuevas regulaciones, se tiene la necesidad de buscar proveedores locales. Nuestro reto es mostrarles que nuestro nivel de calidad, servicio y producto es de clase mundial y que podemos atenderlos desde aquí. Ahí vemos oportunidades de crecimiento. También en la parte de Robotix, como comentaba, que no solo se centra en los sellos, hay más flexibilidad porque se busca resolver problemas de seguridad y calidad, problemas ergonómicos para el personal y otros. Esto nos permite entrar a diferentes industrias, que es lo más relevante.